Los libros del autor afroamericano Donald Crews están cargados de imágenes urbanas y de objetos pero casi nunca aparecen personas. Sus magníficos dibujos hacen que sea uno de los autores que mejor saben narrar sin necesidad de incluir mucho texto. En esta historia en concreto el protagonista es el tren y el concepto de movimiento. La idea surgió de los propios viajes del autor durante su infancia para veranear en Florida. Aunque haya pocas palabras, el ejercicio didáctico que supone disfrutar este libro no tiene parangón. Crews enseña los colores primarios, el movimiento, la progresión temporal, la velocidad y el cambio de lugar, todo en uno. Por tanto, se podría decir que es una pequeña maravilla dentro de los libros infantiles y una adquisición imprescindible si te gusta que tus hijos aprendan de verdad mientras recurren a una buena historia.
Nunca una idea tan simplista tuvo tanto éxito. Los protagonistas de este cuento son dos sencillas manchas redondeadas, una amarilla y otra azul. Ambas son muy amigas, son vecinos, pasan el día en el colegio juntos, etc. Por la tarde, tras haberse perdido una de otra, se abrazan de alegría y ambas se funden en una única mancha verde. Al separarse para volver a casa, sus padres no las reconocen por el cambio de color. Finalmente, recobran su apariencia original. Leo Lionni tuvo esta original idea para introducir el concepto de color entre los más pequeños, además de que innovó con la técnica del collage de papel cortado. La sencillez de la obra la acerca más a los niños.
La historia de Elmer pretende enseñar valores de diversidad y tolerancia. En ella, Elmer, un elefante de colorines, es el centro de las burlas del resto de los elefantes por ser muy diferente a ellos. Además de que no es gris, siempre está haciendo tonterías. Un día decide teñirse de gris y logra pasar desapercibido entre la manada. Pero se da cuenta que todo se vuelve aburrido. Al llover, se destiñe y se descubre su secreto, entonces todos celebran que es el mejor truco que nunca ha hecho Elmer, y deciden celebrarlo tiñéndose todos los elefantes igual que él. Así, Elmer se da cuenta que sus diferencias gustan al resto. Las ilustraciones son muy atractivas, con el colorido de Elmer y los contrastes entre el paisaje y la fase del día como puntos destacables.